Hay etapas en tu vida en las que te sientes apático, sin ganas de hacer nada, preguntandote si hay algo que valga la pena y porque.
En estos momentos me siento así, no tengo ganas de hacer casi nada, porque no veo a que me llevará eso. Solo hay una cosa que de verdad me anima y que disfruto haciendo, y esa no es otra que eseñando a 15 enanos a jugar a hockey patines.
Ah! Los niños...Tienen una chispa mágica, saben mucho y no saben nada, pero por muy triste que estes, son capaces de hacerte sonreir.
Hoy les dedico mi publicación al equipo que llevo, y del que me siento tan orgulloso de poder entrenar.
Dentro de muy poco darán mucho de que hablar, pero a mi me seguirá cayendo la baba al verlos jugar, y no pararé de hablar de ellos y de lo bien que lo hacen, como también me seguiré enfadando en todos y cada uno de los entrenos para que sigan aprendiendo y disfrutando.
Ellos son mi fuente de inspiración, y eso no se puede pagar con dinero.
Ñ
Hello - Martin Solveig
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